Los Super Furry Animals nunca han sido tipos muy normales. Al fin y al cabo, se llaman Animales Superpeludos, además de utilizar cascos de Power Rangers e incluir en sus conciertos interludios electrónicos que son demasiado largos como para ser realmente interludios. Su ramalazo psicótico puede ser simplemente una peculiaridad galesa, porque entre los grupos de aquellas tierras abunda lo excéntrico y lo juguetón, pero se queda en nada comparado con el amiguete que se ha echado el líder superpeludo Gruff Rhys: gracias a él hemos descubierto a Tony da Gatorra, un brasileño con el que ha grabado un álbum a medias. Comparado con Tony, al bueno de Gruff se le ve convencional hasta el bostezo.

Tony, hippy veterano, se dedica a reparar televisores y escribir canciones protesta, pero lo más peculiar de él es precisamente esa gatorra que le da apellido artístico, un artilugio de su invención que combina guitarra, teclado y caja de ritmos. Como explica en esta entrevista con The Quietus, hasta el momento ha fabricado doce y algunas las ha vendido a gente como CSS o Franz Ferdinand. En un entorno más o menos controlado como el disco con Rhys, se diluye su efecto chocante, pero aquí se lo traigo sin depurar, live desde el salón de su casa.