Disculparán que prefiera ilustrar este breve post con una imagen clásica de Johnny Cash en lugar de utilizar la que realmente le corresponde, esa foto de ayer en la que José María Aznar saca un dedo a los estudiantes que le abucheaban en Oviedo. Bueno, me corrijo: aseguran los protestones que, en realidad, les hizo el gesto cuando le gritaban ‘presidente, presidente’, quizá porque eso le pareció mayor mofa que cuando le decían de ‘mentiroso’ para arriba. Pero, en fin, que hoy la cosa no va de política, como parece, ni de música, como acostumbra este blog, por mucho que lo de extender el dedo corazón sea cosa de gran tradición entre el rockerío. Lo de hoy va de lingüística: estoy un poco asombrado por la unanimidad de los medios al llamar a ese gesto la peineta. Yo nunca había oído la expresión -que, en principio, me parece más adecuada para referirse a los cuernos, que van encima de la cabeza, y no al dedo levantado, porque éste ya saben ustedes dónde se supone que va-, pero me aseguran mis compañeros que el término se usa habitualmente, sobre todo en esos ambientes deportivos de los que desconozco todo.
Encuesta evadida: ¿ustedes suelen llamar peineta a eso?
P.S. Por cierto, la semana que viene se edita otro disco póstumo de Johnny Cash. Para celebrarlo, su compañía ha organizado una curiosa iniciativa: el 26 de febrero, día en que Cash habría cumplido 78 años, invita a vestirse de negro en su honor. Y de paso, como decía él, por «los pobres y los desgraciados». A propósito, ¿conocen la historia de la foto de arriba? Está tomada en uno de los conciertos carcelarios de finales de los 60, pero lo bueno es que Johnny Cash y su compañía la utilizaron casi tres décadas después para agradecer al mundillo del country el nulo apoyo brindado a su disco Unchained, que finalmente ganó el Grammy: publicaron un anuncio completo en Billboard con esa imagen, obra de Jim Marshall, y el texto «American Recordings y Johnny Cash quieren expresar su reconocimiento al establishment musical de Nashville y a la radio country por su apoyo». ¡Toma peineta!