Seguro que todos ustedes están ya hartos de listas. Y también de listos, no vamos a engañarnos. Este diciembre, el tradicional repaso al año se ha juntado con ambiciosos repasos a la década, con lo que vivimos inmersos en una auténtica orgía de clasificaciones: las cien mejores canciones, los quinientos mejores álbumes, los treinta mejores EPs, los ocho mil mejores artistas con bigote… A mí de verdad me asombra la cantidad de música que alguna gente es capaz de procesar en un año, no digamos ya en diez, así que siento un poco de vergüencita al ofrecerles mi minúscula lista de cinco discos preferidos de este año. Como de costumbre, es un destilado de lo poco que uno ha podido escuchar medio bien, de modo que, en vez de criticar, añadan. Allá vamos…
La Bien Querida – Romancero. Ya sé que he dado un poco la lata con esta chica, pero es que su primer álbum me parece magistral. Me gustan sus letras de amor, me gusta su voz clara y me gustan sus melodías, que al principio me parecían mucho más iguales que ahora, pero ojo: también me entusiasman esos arreglos creativos hasta el desconcierto. Soy fan, no voy a disimular a estas alturas.
Timber Timbre – Timber Timbre. He buscado al cantautor canadiense en muchas listas, porque me parece que su estilo encaja bastante en los parámetros que triunfan por ahí, pero me he sorprendido al no encontrarlo en la mayoría. Taylor Kirk combina voz profunda, atmósfera más bien gótica, austeridad instrumental e ingenio en los arreglos. Les cuelgo abajo, de regalo, su peculiar kit para prensa, un vídeo siniestrillo con fragmentos de tres espléndidas canciones.
Eilen Jewell – Sea Of Tears. El concierto que más he lamentado perderme en 2009 fue la visita a Bilbao de esta cantante y guitarrista de Idaho. Su sonido echa raíces en el blues y el country (sí, mi lista de este año ha quedado bastante clásica y apta para todos los públicos), pero está enriquecido por su banda, que sabe tocar rock and roll, y por su fantástica interpretación vocal.
The xx – xx. El jovencísimo cuarteto británico, ahora reducido a trío, ha obtenido una tremenda repercusión crítica con este disco minimalista, contenido, repleto de ecos que no llegan a ser referencias. El nombre más citado al hablar de ellos son los Young Marble Giants, otros expertos en autorrestricción, pero un oyente puede identificar influencias (los Cure, Jesus And Mary Chain, la música negra) que a lo mejor otro ve como un absoluto desatino.
Wau y los Arrrghs!!! – ¡¡¡Viven!!!. Estuve todo 2008 machacando con retraso el disco anterior de estos monstruos garajeros valencianos. Y he seguido machacándolo este año en anárquica mezcla con este nuevo álbum, el segundo, un festival de sonidos garajeros, letras macarras y actitud insensata donde las versiones suenan tan frescas y tan estimulantes como los originales. ¡Viva Link Wray!
Muy cerquita de estos puestos de cabeza se me han quedado los discos de Yeah Yeah Yeahs, Amesoeurs, Hope Sandoval & The Warm Inventions, Baroness, Cate Le Bon, A Place To Bury Strangers y God Help The Girl. Y también me han gustado Grand Duchy, Rowland S. Howard, Espers, Jay Reatard, Klabautamann, Dinosaur Jr, 7 Worlds Collide, The Horrors y, cómo no, Lagartija Nick.