Es curioso cómo muchos músicos catalanes no tienen mayor dificultad en dejar salir al niño que llevan dentro, en mostrarse tiernos o traviesos de una manera que en otros lugares seguramente daría algo de pudor. Hoy les traigo dos nadalas, dos villancicos catalanes. Una es la canción para estas fiestas de TV3, compuesta por Albert Pla y dedicada (cómo no, si hablamos de Pla, de Cataluña y de la Navidad) al caganer, ese tipo al que el nacimiento de Jesús le pilla siempre cagando. Por lo que entiendo, la letra va repasando las figuras esenciales de un belén para rematar cada estrofa con un machacón y tremendamente pegadizo “pero, sobre todo, en un pesebre tiene que haber un caganer”. Lo mejor es que Pla comparte las labores interpretativas con dispares ilustres como Joan Miquel Oliver (de Antònia Font), Manel, Estopa, Quimi Portet y Gerard Quintana (de Sopa de Cabra).

Si este villancico les resulta demasiado gamberrete (o demasiado nacionalista, que hay gente muy sensible a estas cosas), tienen otra opción también catalana con una letra entrañable y genial. Manel, que son gente muy admirada en este blog, regalan en su MySpace y en su página Un camell d’Orient, la historia de un camello que se tiene que ocupar personalmente (si es que eso se puede decir de un animal) de repartir los juguetes porque su rey se ha quedado dormido. La letra está llena de hallazgos: el pobrecillo le pregunta a un taxista por la dirección, trepa por los balcones y “se mira en el pesebre y se encuentra atractivo, allá entre el musgo, atravesando un río”. Es del año pasado, pero se supone que estas cosas no envejecen, ¿no? Bon Nadal!