Un servidor siempre ha defendido las etiquetas, más que nada para saber de qué diablos estamos hablando, pero es cierto que a veces no hacen más que despistar: a Jay Reatard, el músico de peculiar apariencia que firma nuestra canción de esta semana, se le supone adscrito al punk más garajero y cacharrero desde los tiempos de su primera banda, The Reatards. Esa categoría suele implicar montones de energía, fidelidad bastante baja y cierta dejadez con esa pijadilla de los estribillos, pero nuestro hombre se está revelando como un auténtico maestro de los ganchos melódicos y, además, cada vez parece grabar en mejores condiciones. Lo de la energía sí lo cumple, eso sí. La impecable recopilación de singles que lanzó en 2008 ya estaba llena de pegadizas muestras de “música pop ruidosa”, que es como él mismo define lo suyo, y su nuevo álbum parece profundizar todavía más en esa línea cantable. No se impacienten con la intro ambiental de un minuto que le han puesto al vídeo de It Ain’t Gonna Save Me, porque merece la pena verlo aun en el caso de que no les guste la canción.