Mañana lunes, la facción de Evadidos que sobrevivió a Boney M no piensa perderse la actuación de Heavy Trash en el Azkena de Bilbao. Y seamos sinceros, no es porque su álbum nos haya entusiasmado: así, en una primera escucha -ya saben que, en estos tiempos, muchos discos no pasan de esa primera escucha, o de esa primera media escucha- nos pareció anodino y falto de emoción, mucho menos heavy y menos trash de lo que el nombre del grupo sugiere. Pero, claro, el 50% de Heavy Trash es Jon Spencer, el protagonista de uno de los tres mejores conciertos de nuestra vida, y siempre fantaseamos con que se repita la magia de aquella noche. Ocurrió hace ya unos añitos: la Jon Spencer Blues Explosion volvió el Kafe Antzokia del revés y nos sobreestimuló con sus características ráfagas de ritmanblús trepidante, acompañadas de escaladas temerarias hasta el gallinero del teatro y enloquecidos pasajes de theremin tocado con la cabeza. Una cosa de otro mundo. Después les vimos en la Jam y no fue lo mismo, qué va, pero seguiremos intentándolo, estamos moralmente obligados a intentarlo. Y les advierto que, como se produzca el milagro, los que no estén allí se lamentarán de por vida. Quizá incluso acaben en un infierno con música de Enya.
Ya que estamos, el otro concierto de mi vida fue el de Los Bichos en el Subsuelo de Pamplona que ya mencioné en otro post. A ver si un día de éstos hablamos un ratillo de Los Bichos, el mejor grupo de rock que ha habido en España. El tercer puesto lo dejo para sensaciones recientes, y en estos momentos está ocupado porLaibach en el Azkena, en mayo de este año. Que no todo va a ser rock and roll y Boney M.