Una de las mujeres que más miedo han dado en toda la historia del rock es la hispana Adris Hoyos, batería y vocalista de los estadounidenses Harry Pussy, un grupo de hardcore experimental que, en la segunda mitad de los 90, llevó al extremo el blues descoyuntado y destripado de Captain Beefheart y lo acercó a territorios prácticamente noise. Adris jamás había tocado antes la batería, pero solventó sus carencias a base de brutalidad y de un personal estilo… arrítmico, podríamos decir. Así describía ella en esta entrevista su figura escénica: “Muy primitiva, cantando desde el alma… No, estoy bromeando (…). Es más como esta mujer loca y salvaje que deja salir una fuerza inmensa que asusta a la gente. Es un chiste, porque no se trata de mi yo real. Pero, en cierto modo, sí lo es”. Parte del legado de la banda se recoge ahora en un cedé de título ocurrente y significativo, You’ll Never Play This Town Again, algo así como Nunca volveréis a tocar en este pueblo.
Muchas de estas cosas me sonaban de leídas, pero este fin de semana he visto por primera vez a Adris en acción en el vídeo de pesadilla que les adjunto ahí abajo. Ah, cuenta la revista The Wire que la chica está ahora felizmente casada y es mamá, para que vean.