Hekla es uno de los volcanes más activos de Islandia, pero Hekla es también el nombre artístico de Hekla Magnúsdóttir, una thereminista islandesa que vivió muchos años en Barcelona y ha pasado periodos afincada en Portugal y Alemania. Y ya habrán localizado ahí la palabra clave, thereminista, porque aquí siempre hemos sentido una curiosidad fascinada por el theremin, ese instrumento electrónico que se toca sin tocarlo y que es capaz de añadir un toque sobrenatural, espectral o juguetonamente alienígena a cualquier música o película. También Hekla ha aportado muchas veces ese toque mágico, sumando las sugerentes sonoridades de su instrumento a la intensidad de una banda de surf rock, pero ahora se dedica sobre todo a explorar sus posibilidades expresivas como instrumento protagonista, algo a lo que no solemos estar tan acostumbrados y que, lógicamente, exige mucha más precisión y maestría en la interpretación. Digamos que, en cierto modo, el theremin salta así de la serie B a la serie A.
Su segundo álbum, Xiuxiuejar (el título significa susurrar en catalán), es una excursión por paisajes penumbrosos e irreales, que combina el silbido trascendente del theremin con la voz grave y dramática del chelo, el otro instrumento que domina Hekla. Su sello define el disco como «un agujero negro sonoro de belleza corrosiva y oscuridad hipnótica», pero me da la impresión de que esa descripción lo hace parecer menos amigable de lo que realmente es, con pasajes impregnados de melancolía y propensos a la quietud. Aunque el álbum es predominantemente instrumental, se abre y se cierra con una misma canción en dos versiones, The Whole y The Hole: en la primera, más dulce y contemplativa, la voz solista es femenina (supongo que de la propia Hekla), pero en la segunda, más turbulenta, irrumpe la voz a lo Laibach de Óttarr Proppé, un tipo que ha sido concejal de Reikiavik y parlamentario. Lo bueno es que para el vídeo han fundido las dos con resultados espléndidos y bastante inquietantes.
Eso sí, me da un poco de pena no haber seleccionado uno de los temas titulados en islandés, otra de esas cosas que me fascinan más allá de toda lógica.