Antes de nada, he de decir que la canción de esta semana me ha provocado un cierto conflicto moral. Hombre, a lo mejor no daría como para escribir un nuevo Crimen y castigo, pero no le falta su intríngulis a pequeña escala: ¿tiene sentido destacar la única canción de un álbum que escapa de su tono general? La duda y la reflexión me han tenido ocupado durante unos… segundos, vale, pero es cierto que este Crows, Sparrows And Cats es una canción bastante diferente a las otras nueve que la acompañan en el nuevo álbum de BlackLab. ¿Lo malo? Puede que alguien se anime a escuchar el disco entero y quede espantado. ¿Lo bueno? Puede que alguien se anime a escuchar el disco entero y amplíe un poco sus miras.
A ello. BlackLab son una banda japonesa que se describe a sí misma como doom witch duo, y me concederán que algo de brujillas tienen en su pinta la cantante y guitarista Yuko y la baterista Chia. Juntas hacen un rock espeso, pesado y agresivo de raíces setenteras y blacksabbáthicas, cómo no, con una densidad instrumental que no parece corresponderse con su condición de dúo (aunque ya tendríamos que estar acostumbrados a eso tras escuchar a nuestras Bala). Yo me las imagino perfectamente compartiendo un contundente cartel con Boris, por ejemplo, aunque quizá Blacklab sean más directas, menos dadas a exploraciones. Este verano han editado In A Bizarre Dream, su muy recomendable tercer álbum, y en él viene nuestra canción de la semana, este Cuervos, gorriones y gatos que, ya lo saben porque ya lo he dicho, no permite sospechar todo eso que acabo de escribir: en ella aparece como (¿incongruente?) vocalista invitada la mismísima Laetitia Sadier, la francesa de Stereolab, y el resultado es una curiosa psicodelia motórica y juguetona con un tramo final en plan ceremonia setentera de rock oculto. Todo bien, vamos.
Ah, la del vídeo es la hija de Chia.