Pozi son un trío londinense con una formación poco habitual: violín, bajo y batería, más el detalle añadido de que los tres cantan. Esa instrumentación ya los haría destacar dentro de la actual oleada de post-punk, que quizá tienda con un poco de exceso a la reproducción de esquemas del pasado. Pero es que, además, da la impresión de que Rosa, Toby y Tom son gente de gustos variados y poco doctrinarios: en una entrevista con la web de Fred Perry citaban a sospechosos habituales cuando hablamos de un sonido como el suyo (por ejemplo, Wire, The Fall, PiL y ESG), pero también a las Shangri-Las, el noise japonés, Elvis, Beak>, Stevie Wonder o Placebo. Y las canciones de Pozi reflejan de alguna manera esos esquemas abiertos, con una base repetitiva de post-punk sobre la que el violín y las voces tiran por senderos no siempre ortodoxos.
El año pasado editaron su primer álbum y ahora acaban de sacar un EP de cinco canciones, de las que dos son estupendas (y las otras tres buenas, no se vayan a pensar). Al final, como tantas otras veces, me he quedado con la que abre el lote, que por algo ha acabado colocada ahí: Whitewashing trata sobre compartir un viaje en coche con un viejo amigo y descubrir que en estos años se ha convertido en un idiota intolerante. Y le han hecho un vídeo así de chulo.