Traigo una selección poco habitual, porque cinco de las ocho citas son festivales y dos de ellos no se ajustan al límite geográfico de la sección, habitualmente vizcaíno. Unos me interesan más y otros menos, pero es verdad que todos tienen algún gancho atractivo. Vamos allá. Como siempre, sin repetir recinto.
Institute (Muelle, día 3). Esto es hoy, dentro de un ratillo. Si tardo un poco más en publicar, lo mismo se ha acabado ya, porque estos conciertos de post-punk tienen la costumbre de empezar muy pronto y pasar en un suspiro. He dicho post, pero en realidad a esta banda de Austin (ciudad de la que han salido tantísimas cosas buenas) se la podría catalogar perfectamente como punk, solo que con cierto aire raruno. Telonean dos representantes de la efervescente escenilla local, Karpatos y Aihotz (que a lo mejor han ampliado la cosa, pero, cuando yo los vi, no pasaban del cuarto de hora de acuciante concierto). Corran hacia allí si pueden.
Kaiola Festibala (Torrezabal, día 8). Dos de las convocatorias de este mes merecerían la consideración de milagrosas, si no fuera porque sabemos que los milagros no existen y que estas cosas son el resultado del esfuerzo y el compromiso de seres humanos. El Kaiola de Galdakao alcanza su cuarta edición con otro muestrario estelar de músicas diferentes, inquietas y a menudo, por qué no, difíciles. Esta vez, encabezan el cartel los holandeses The Ex, un mito del punk bien entendido que lo mismo se zambulle en el free jazz que en las músicas africanas, y lo completan nada menos que Enablers, Christine Abdelnour & Chris Corsano, Heather Leigh & Peter Brotzmann y el extravagante bohemio Ghédalia Tazartès, todo un personaje.
The Chameleons (Kafe Antzokia, día 9). Aunque pocos sonidos representan mejor que el de The Chameleons la esencia del post-punk británico de los 80, la fama nunca ha tratado del todo bien a Mark Burgess y los suyos: sus canciones atmosféricas e intensas, más afiladas en directo que en disco, siempre han tenido un hueco garantizado en el corazón de los devotos del estilo, pero su popularidad transversal sigue siendo muy inferior a la de compañeros de generación y de viaje. Esta visita de la banda (bajo la encarnación de Chameleons Vox, con formación de quinteto y centrada en el álbum Strange Times) es una buena ocasión para reivindicarlos. Telonea el trío californiano Second Still, que a mí (voz aparte) me recordaba mucho a los primeros Cocteau Twins, con sus obsesivas cajas de ritmo, pero ahora ha acelerado el paso.
The Jackets (Nave 9, día 13). Tiene muy buena pinta esta banda suiza de garaje, o quizá deberíamos decir esta banda de «pure raw wild Swiss psychedelic fuzz garage», que cuenta con la inesperada aprobación de unos señores mayores llamados Alice Cooper y Little Steven. La verdad es que lo del fuzz se lo toman muy en serio, porque hay pasajes en los que su guitarra parece el registro sonoro de un terremoto, y dicen que su vocalista y guitarrista Jack Torera (es chica y, por desgracia, nombre artístico) es una frontwoman de eficacia probada.
BBK Music Legends (Centro Ola, días 14 y 15). A mí los carteles del Music Legends me suelen dejar muy frío, y eso me servía como argumento ante mí mismo para demostrarme que todavía no soy tan viejo, pero resulta que el programa de este año me resulta inesperadamente atractivo, así que a lo mejor ha llegado mi hora. En fin, que el plan de ver a The Beach Boys, Little Steven, Suzanne Vega y Paul Collins, por espigar mis cuatro favoritos, me mola lo suyo.
Surfin’ Bichos (Deusto, día 15). Yo no solo ignoraba que este año volvía a haber Hirian, sino que tampoco me había enterado de que los intermitentes Surfin’ Bichos estaban de nuevo en activo, así que el anuncio supuso para mí una doble sorpresa. El festival callejero y gratuito se celebra este año en Deusto y cuenta con quince bandas: de Putochinomaricón a Zea Mays, de Kumbia Queers a Los Mambo Jambo. Y sobre los Surfin’ Bichos, los caballeros de la foto de arriba, qué voy a contarles yo: fueron una banda esencial en mi vida y representan mi momento favorito del rock español, ese espejismo cegador y fugaz que marcó la transición entre las postrimerías de la Movida y el advenimiento del indie mimético.
Andoaingo Rock Jaialdia (Nafarroa Plaza de Andoain, día 15). Este es el otro milagro del lote, un nuevo desafío a la lógica: doce ediciones cumple el festi de Andoain, ¡doce!, y lo hace con un nuevo cartelazo y sin modificar el precio de entrada, que sigue siendo de cero euros, nada, gratis, dohain, free, ókeypis, maimaim-poana… La estrella de este año es Thurston Moore, el rubio de Sonic Youth, tan larguirucho como influyente, pero el siguiente escalón del cartel también es de órdago, con los australianos Tropical Fuck Storm, la nueva banda de Gareth y Fiona, de los Drones.
Azkena Rock Festival (Mendizabala, días 21 y 22). Comprenderán que, si acepto Andoain como extensión ocasional de Bizkaia, no voy a dejar fuera a los hermanos vitorianos. El otro día charlaba con el colega de un colega y me decía que The B-52’s le parecían un pegote en el cartel del ARF. No me atreví a responderle que, por mucho que tal vez tenga razón, a mí ese pegote es lo que más me apetece del lote. Poco rockista que es uno. Ya saben que, más allá de mis tonterías, por ahí andarán Stray Cats, Wilco, The Cult, los Melvins… y también Tropical Fuck Storm. Y sí, ya sé que seguir poniéndoles el apóstrofo a los B-52’s me delata, una vez más, como hombre antiguo.
Vamos con The Jackets y su hit.