Foto: Igor Martín
Allá por la adolescencia y la primera juventud, no faltaban a mi alrededor devotos de La Polla Records, pero un servidor iba entonces de anglófilo y no sentía mucha devoción por ellos. Aun así, me ha hecho ilusión entrevistar esta semana a Evaristo, todo un personaje: a mí, más que las opiniones políticas en las que se están centrando muchos de los textos que le están dedicando estos días, me interesaba el fenómeno de que un pueblito como Salvatierra alumbrase uno de los grupos de punk más emblemáticos de España. Como de costumbre, por las limitaciones de espacio del papel, se me quedaron unas cuantas preguntas y respuestas fuera, y ya saben que no me gusta desperdiciar material, así que ahí les va un pequeño fragmento inédito centrado en la escena de los 80. Eso sí, la forma de hablar de Evaristo, muy rica en matices de ironía y retintín aplicados a las palabras que considera demasiado pomposas, se resiste a ser reflejada por escrito. Ah, el papel que está examinando en la foto (del espléndido reportaje que le hizo el compañero Igor Martín) es una fotocopia de la letra manuscrita de No somos nada.
-¿Cuál de los grupos de la época le gustaba más?
-Mi grupo flanvorito de siempre y para siempre son los RIP. Hacían las canciones a una hostia que nosotros no podíamos. Tocaban una tralla del copón, nosotros no podíamos correr tanto ni poniendo empeño. Luego, cuando ya podíamos, no nos hacía tanta ilusión porque jugábamos a otra cosa. Ya teníamos nuestro estilo, con comillas por todos los lados. Yo iba a los festis de los RIP y me pegaba unos pogos muy a gusto con aquellos tíos que eran el triple que yo: ellos me tiraban al suelo, pero cuando saltaban, ¡zas!, codazo de futbolista. La gente es muy vulnerable cuando está en el aire.
-¿Tenían alguna relación con bandas de Madrid, de La Movida, o eran mundos aparte?
-Para mí La Movida era un nombre. No nos mezclaban, no se hacían conciertos interraciales.
-Con los asturianos Ilegales, por ejemplo, sí coincidían.
-Porque venían por aquí. El Jorge está como un saco de pitos. Es majo chaval, ya lo hemos conocido. Un día le dijimos: «Oye, a lo mejor hacemos una canción y metes un guitarrazo». Y nos contestó: «Sí, pero que sea un rock and roll, no una canción infantil de esas que hacéis».
También me contó una anécdota de juventud que ya le había leído alguna vez, sobre la época en la que vendía periódicos en Salvatierra. «Me gustaba cuando pasaba la procesión y venían a comprar el periódico, les ponía canciones de La Banda Trapera: ‘Un día la niña le dijo a su madre… ¡estoy desvirgada!’. Tenía la cinta en pause hasta que venían. ¡Me miraban con una cara de odio!».
Este es el videoclip de la única canción nueva de La Polla, que vuelve a ser Records. Seguro que ya se ha enterado todo el mundo de que sacan disco (de clásicos regrabados) y de que van a hacer una gira de cuatro conciertos en septiembre y octubre, que tendrá continuación con otros ocho en América. Y, después, adiós: «Yo estoy con Gatillazo, así que no hacemos esta movida como grupo que vuelve a tocar para toda la vida».