Foto: Ellie Smith Photography

Todos los meses de enero, más o menos a estas alturas, me entran ganas de publicar una enmienda a mis listas de álbumes favoritos del año anterior. Más que nada, para añadir alguno, porque suelo darme cuenta de lo bueno que es algún disco al que no había prestado la atención que merecía. Este año, esa incorporación póstuma corresponde a Sistahs, el debut del trío londinense Big Joanie, que me tiene entusiasmado y absorbido desde hace un par de semanas. Big Joanie se definen como «a black feminist punk band» y son el primer grupo que ha publicado en The Daydream Library Series, el nuevo sello de Thurston Moore, que se quedó fascinado al verlas en directo. Y entiendo por qué, aunque el estilo de Big Joanie está muy lejos de ser apabullante: lo suyo es más bien la austeridad y la reconcentración, con una economía de medios y de melodías que puede remitir a Joy Division y que a mí (especialmente, en este tema que he elegido) me hace pensar a menudo en los Yeah Yeah Yeahs. Las propias componentes del trío describen su rollo como «las Ronettes filtradas por el do it yourself de los 80 y las riot grrrl de los 90, con un espolvoreado de dashikis [las coloristas camisas largas de África Occidental]» y citan entre sus influencias a The Jesus And Mary Chain, Nirvana y The Breeders (que también tienen su New Year, por cierto).

A mí el disco de Big Joanie me fascina y me hipnotiza de principio a fin, del derecho y del revés, pero me gustan particularmente dos temas: Used To Be Friends (no sé por qué, siempre fantaseo con cómo quedaría en la voz de Ian Curtis) y el primero del lote, New Year, que con ese título me parece el ideal para inaugurar una nueva temporada de canciones de la semana. «Es un nuevo año y todavía estoy aquí, / es un nuevo día y voy a estar bien», arranca la letra. Ah, la Joanie que da nombre al grupo es la madre de Stephanie, la cantante y guitarrista, y podemos verla en la portada del disco en una foto antigua, tomada durante unas vacaciones en Gales junto a su hermana.