Foto: Zoran Orlic
Ya se ha comentado por ahí que el nombre de nuestro grupo de hoy, FACS, parece remitir al código que usaba en su catálogo el sello Factory (ya saben, el de Joy Division), mientras que el título, Primary, lo usaron The Cure a principios de los 80 (y admito que yo le di al play deseando que fuese una versión). Pero la canción de este trío de Chicago, oscurísima como es, no recuerda a Ian Curtis ni a Robert Smith, sino más bien a otros miembros del panteón siniestro de los 80: con sus bajos reptantes, su ritmo lento y sus guitarras tan poco roqueras, a mí me trae a la cabeza (y veo que tampoco soy el primero) los pasajes de Bauhaus más influidos por el dub.
FACS nacieron como Disappears menos uno. El bajista de Disappears dejó el grupo y sus tres excompañeros tomaron la admirable decisión de rebautizarse como FACS y aventurarse por tinieblas todavía más impenetrables, aunque veo que desde aquello ha habido un cambio de miembro por miembra a la batería. Primary ha servido como adelanto de su primer álbum, que sale hoy mismo, y desde luego se trata de un aperitivo suculento y prometedor: es un post-punk atmosférico, inquietante y con un final que da gusto.