Foto: Anne Valeur

La cantante noruega Susanna (Wallumrød, aunque el apellido no forma parte de su nombre artístico) aparece por aquí cada cierto tiempo. Fue canción de la semana por un tema propio, de aquel disco estupendo que grabó a medias con su compatriota Jenny Hval, aunque admito que lo que más curiosidad suele despertar en mí son sus versiones. Susanna es una versionadora reincidente capaz de llevarse a su terreno canciones dispares, desde ancestrales piezas de folk hasta temas de AC/DC, Kiss, Prince o Joy Division. ¿Y cuál es ese terreno suyo? Pues una música ralentizada y preciosista, a medio camino entre los sellos 4AD y ECM, aunque yo tengo la sensación de que al principio recordaba más la delicadeza filogótica de This Mortal Coil y ahora suena más próxima a la música antigua, quizá por su alianza con una arpista barroca, una acordeonista y una violinista.

Susanna ha sacado disco nuevo, en esa vertiente versionera que hoy repaso en nuestra revista para suscriptores. El repertorio va desde su adorado Purcell hasta el Perfect Day de Lou Reed, pero para mí hay dos cortes que destacan poderosamente. Uno es este de abajo: Freight Train, un tema de Elizabeth Cotten compuesto a principios del siglo XX, que suena liviano y alegre para los parámetros habituales de la artista noruega. El otro es Wilderness, una de las canciones menos populares del Unknown Pleasures de Joy Division, con el que la alquimia de Susanna funciona particularmente bien: el original post-punk se transforma en una pieza difícil de datar, algo así como inquietante folk apocalíptico. Es ya una de mis versiones favoritas de Joy Division. Qué pena que solo haya compartido en abierto estos treinta segundos.