Si a uno le pilla de nuevas, lo de encontrarse una canción titulada Mesa y firmada por Cayetana tal vez pueda conducir un poquito a error: uno puede imaginarse, yo qué sé, a una cantaora celebrando por bulerías las excelencias del rabo de toro a la rondeña. Pero qué va. Lo de Mesa va por la ciudad de ese nombre situada en Arizona y lo de Cayetana es un trío femenino de Filadelfia, que se bautizó así por un amigo suyo: es decir, al principio se llamaban Cayetano, pero recibieron un aviso poco amigable de un tal DJ Cayetano (se ve que es un nombre muy solicitado en el show business americano) y decidieron feminizar el asunto. Ah, si un día se las encuentran en un bar, pueden hacerles bromas sobre la duquesa de Alba, porque están al tanto de su existencia e incluso la han mencionado en alguna entrevista
Cayetana practican una especie de pop-punk noventero que alcanza un máximo de frescura en esta canción, incluida en su segundo álbum pero que ya apareció en un sencillo compartido del año pasado. Mesa, en la que el bajo ejerce de instrumento solista, transmite un buen rollo efervescente y… engañoso, porque la letra no es exactamente celebratoria: «Lo único que podemos hacer es hacernos daño el uno al otro hasta que todo vaya mal», dice.