La verdad es que, a nuestros protagonistas de hoy, yo me los imaginaba más enfrentándose en un ring que colaborando. En una esquina, Holly Johnson, que al frente de Frankie Goes To Hollywood se encumbró como uno de los reyes del pop de plástico de los 80. En la otra esquina, Vangelis, cuya larga carrera se mueve entre el rock progresivo, la electrónica y la composición contemporánea, con un puesto particular en la historia como autor de bandas sonoras (Blade Runner, cómo no, pero también Carros de fuego y un montón más). El icono gay y el ermitaño barbudo parecen representar dos maneras incompatibles de ver la música, pero el caso es que se les puede escuchar juntos en Europa, el tema que da título al nuevo álbum de Holly.
La colaboración viene de lejos, porque Vangelis y Holly Johnson grabaron la canción en 1990, cuando el esquivo griego convocó al vocalista a su estudio subterráneo de París, situado en un búnker de la Segunda Guerra Mundial. También andaban por allí Roman Polanski, que supuestamente iba a dirigir el vídeo, y su esposa Emmanuelle Seigner, cuya misión era bailar ante las cámaras. Todos esos buenos propósitos quedaron en agua de borrajas, pero Holly Johnson ha tenido guardada hasta ahora la cinta con la canción. Hace un par de años decidió editarla comercialmente y logró lo más difícil, que fue contactar de nuevo con Vangelis y convencerle para aportar unos toquecitos más al viejo tema. «Añadió sus famosos sonidos de sintetizador -ha explicado el cantante británico a Digital Spy-. Hay incluso un trozo ahí, justo antes de que entre la voz, en el que hace nuuuuuoh y es igual que Blade Runner. En el estudio, podría haberme muerto en ese preciso momento».
Creo que, si pinchan aquí, podrán escuchar el tema, aunque se supone que es de acceso restringido. Tengo la impresión de que Johnson gana el combate a los puntos, porque a Vangelis se le reconoce sobre todo en eso, en los ruiditos llegados de viejos futuros.