Tengo cierta costumbre de mencionar a Gwar, así que alguien podría pensar que soy un fan fatal de la banda de shock rock, acostumbrado a bañarme en fluidos verdosos y salir a la calle con postizos de monstruo, pero no: mi relación con ellos no va más allá de haberlos visto en directo una vez (y me lo pasé bien, pese a las manchas duraderas en la ropa) y seguir sus correrías a distancia, a la suficiente distancia para que no vuelvan a salpicarme. Este año, las locas aventuras de Gwar adquirieron un inusual tono lúgubre, ya que el vocalista Dave Brockie, más conocido como el humanoide intergaláctico y cornudo Oderus Urungus, falleció en marzo de una sobredosis.
Había cierta curiosidad por saber quién iba a ocupar el hueco enorme y viscoso de Oderus Urungus, y se ve que Gwar se han esforzarlo por cubrirlo bien: primero, volvieron a enrolar a Mike Bishop, que en alineaciones veteranas atendía por Beefcake The Almighty (algo así como El Cachas Todopoderoso) y ahora se ha rebautizado como Blothar. Pero la gran novedad ha llegado estos últimos días con la presentación de Vulvatron, que compartirá con él las funciones de vocalista. Vulvatron, como ya insinúa el nombre, es una mujer, aunque su currículum oficial puntualiza que está «genéticamente modificada para lograr las proporciones óptimas de una hembra de su especie», que «ha regresado del año 69000» y que domina «las artes de la guerra, la mecánica cuántica y la musicología intergaláctica». Además, como corresponde a un grupo tan aficionado a los surtidores repugnantes, es capaz de expulsar chorros de sangre por sus pechos prostéticos.
Hacía mucho que en Gwar no militaba una chica, y hasta ahora siempre habían asumido roles secundarios, pero Vulvatron tiene pinta de convertirse en una presencia central en sus conciertos. Bajo la caracterización se esconde Kim Dylla, una diseñadora que ha confeccionado ropa muy bonita para bandas coomo Slipknot, Carcass, Cradle Of Filth, Dimmu Borgir, Kreator o los propios Gwar. «Mi misión es alterar la actual senda de Gwar para que puedan prevenir el periodo más oscuro de la historia del universo -ha explicado Vulvatron en sus primeras declaraciones-. He calculado el plan de acción óptimo para conseguirlo… ¡Eh, dejad de mirarme las tetas!».