Algunos de ustedes se creen muy radicales y antisistema porque mañana van a ver a Turbonegro en las fiestas de Bilbao, sin sospechar siquiera que coinciden en sus gustos con el Partido Popular. Hablábamos ayer de que a los periódicos suelen llegar cosas muy raras, y en mi colección de bizarrías postales (junto a la «pequeña biografía de lo que es el caracol», obra de un espontáneo riojano, y a los mails de un lector que pronosticaba terribles desgracias cada vez que veía pájaros muertos) ocupa un lugar destacado el comunicado que envió el PP de Bilbao en la Aste Nagusia de 2002. Consideraban entonces sus concejales que era «un error y una falta de consideración» prescindir en el programa oficial de los «grupos de rock underground», porque tienen «buenísima aceptación» entre nuestra juventud, y ni siquiera se cortaban a la hora de detallar sus aspiraciones musicales: «Por ejemplo -proponían-, Hellacopters». Supongo que, a falta de Hellacopters, les valdrán sus primos de Turbonegro, que aún sintonizan mejor con esa bestia sexual y oscura que todos llevamos dentro. Ahí les quiero ver. Felices fiestas.
Claro que, transcurridos diez minutos del anterior párrafo, lo del PP me parece incluso lógico: acabo de ver la foto de Paris Hilton sosteniendo con sus manicurados deditos el Trout Mask Replica de Captain Beefheart, uno de los discos más viscerales, excesivos y -al menos, para mí- difíciles de la historia. Me imagino que será un fake, aunque, en realidad, toda ella es siempre un fake.