He estado sopesando dos opciones como canción de la semana y he acabado quedándome con la más movidita, así que, cuando la escuchen, imagínense cómo tenía que ser la otra. No sé explicar muy bien por qué me resulta tan adictivo este Hip Hop Spa, que a mis oídos tiene mucho más de spa que de hip hop, pero lo he reproducido cuatro veces en bucle sin cansarme y, de hecho, me gustaría que se prolongase durante veinte minutos o media hora: obra en mí un curioso efecto balsámico, con esos coros electrónicos y esos arreglos que suenan a steel drums. La autora se llama Fatima Al Qadiri y es todo un personaje ya desde su biografía, porque nació en Senegal, se crió (esta palabra no lleva tilde según la RAE, que la considera monosílaba, pero admitan mi insumisión) en Kuwait y, tras un itinerario vital por una decena de ciudades, reside actualmente en Nueva York. Hip Hop Spa forma parte de su EP Genre-Specific Experience, en el que desarrolla su visión de cinco estilos electrónicos, desde el hip hop hasta lo que ella llama «trance gregoriano de los 90», que viene a ser Enigma y compañía. Ah, Fatima tiene otro proyecto llamado Ayshay, en el que usa su voz como única fuente de sonido, sometida a múltiples manipulaciones, y se inspira en la música religiosa musulmana.

Si les aburre, piensen que la otra opción habría sido aún peor.