Supongo que es reduccionista analizar a Aurora Roja desde la perspectiva de Futuro Terror, por mucho que se trate del nuevo proyecto de José Pazos, su cantante y guitarrista. Hay otras dos personas (Óscar Mezquita y Paula Guillem) con sus trayectorias y sus influencias, es otra fórmula y existe voluntad de diferenciarse, pero qué le vamos a hacer: yo era muy fan de los Terror, sentí mucho su desaparición y no puedo evitar ese instintivo rastreo de su marcada personalidad en el nuevo proyecto. Y algo hay, cómo no, sobre todo en esas líneas melódicas de algunas canciones, que con distintos arreglos serían asimilables a la añorada banda, pero también nos encontramos con otras en las que el estilo se aleja hacia terrenos más plácidos, quizá de corazón más indie (con perdón por esa palabra que me gusta poco) y menos post-punk. En general, Aurora Roja (y ese bautismo barojiano sí que me parece muy Futuro Terror) se mueven por terrenos más pop, con una guitarra que sigue insistiendo con cierta tozudez en los acordes pero más por debajo que por encima, sin avasallar. Y José y Paula, que leo por ahí que es su pareja, se reparten las tareas vocales, aunque él utiliza un tono mucho más sereno que el que le conocemos de siempre.

Su nota de presentación cita referencias como The Evens, The Bats o Dick Diver y ellos mismos han contado por ahí que les ha quedado un disco de «pop un poco naíf», el resultado «algo raro» de «querer ser aussies». Pero en esta canción, mi favorita del lote, el viaje a las antípodas nos lleva de cabeza al Cabanyal valenciano, donde vive un animal al que alguien tendrá que alimentar.