Ladys Ramone, habrá que presentarlo para los lectores no vizcaínos, es un personaje emblemático del punk vizcaíno. En realidad lo de emblemático se queda un poco corto, porque al gran Eladio podríamos verle como una encarnación del género, algo así como el punk hecho carne y habitando entre nosotros. Nuestro hombre, que ya tuvo canción de la semana por aquí, fue colega de juventud de Eskorbuto y lleva una vida nómada, con largas estancias en lugares como Australia y Canadá, donde suele ganarse la vida limpiando lunas de coches en un cruce. Según él, puede presumir de una buena técnica y además suele sonreír. Con el móvil cargado con miles de canciones de punk de finales de los 70 (y les aseguro que el otro día pude echar una ojeada rápida a su colección portátil y no conocía prácticamente nada de lo que vi), el Gorrión de Sestao lo mismo se presenta a First Dates que se echa unos cantecitos donde le dejen, y puede ser desesperante pero también enternecedor, incluso las dos cosas a la vez. Que es un fenómeno, vamos, y queda muy bien retratado en esta canción que le ha dedicado Titu Rodríguez, el de la imagen, otro cantautor singular con una larguísima trayectoria que pasa por bandas como Putakaska.

Reconozco que la primera vez que escuché Ladys Ramone, la canción sobre Ladys Ramone en la que el propio Ladys Ramone canta junto a Titu, me atrajo sobre todo como curiosidad. Pero después me he sorprendido una y otra vez canturreando eso de «con dos cojones, con dos cojones, / hago lo que quiero, soy Ladys Ramone» y he acabado reconociéndolo como lo que es, un estribillo resplandeciente, adictivo y contagioso (y quizá no muy recomendable para que lo coreen por ahí mis hijas, lo admito). Así que aquí está, cómo no.