Aun sabiendo que EZEZEZ son uno de los grandes nombres emergentes, o ya emergidos del todo, del rock vasco de nuestros días, también se trata de uno de los 25.000 artistas que, por una causa o por otra, habían ido quedando fuera de mi anticuado radar. Hasta el pasado Bilbao BBK Live, claro, cuando en comisión de servicios acudí a presenciar parte de su concierto (sí, parte, porque tenía que escribir una crónica de picoteo musical) y acabé quedándome más de lo que debía: me encantó su rollo postodo, capaz de versionar el No me amenaces de José Alfredo Jiménez y enlazarlo con un rock and roll psicótico a lo Cramps. Acabaron siendo uno de los cuatro artistas que cité en mi balance de lo mejor del festi.
Y, aun así, me ha impresionado el sencillo que acaban de sacar, este impetuoso puntofinal (sí, todo junto y en minúscula) de bajo taladrador, guitarra tirando a abrasiva y jovial letra en euskañol: me parece un hallazgo, cómo no, ese verso de «nire sudurra es muy de vasco» (nire sudurra es mi nariz, queridos lectores extravascos). Ya sé que a ellos les da rabia que los comparen con la primera marcianada que se le ocurre al oyente, pero a mí este tema me ha hecho pensar en una banda que tuvo canción de la semana por aquí hace años y que mereció mucha más fama, Mihassan. Con este vídeo, chulo de… narices, que le han hecho a puntofinal, yo a EZEZEZ los veo ya más internacionales que locales.