No es muy habitual que tengamos una versión por aquí, pero en el caso de hoy matamos dos pájaros de un tiro. Primero, y por encima de todo, está la canción, claro, una preciosidad delicada y misteriosa: se trata de un antiguo himno maronita de Viernes Santo especialmente conocido en la interpretación de la vocalista libanesa Fairuz, un mito de la música árabe. Según leo, los estudiosos han vinculado su cautivadora melodía con múltiples fuentes, desde una pieza del folclore francés hasta una composición de Pergolesi, pero el caso es que se trata de una de esas músicas que uno podría estar escuchando todo el día, un perfecto lamento de belleza desolada.
Con ese material es difícil fastidiarla, o a lo mejor no tanto, pero el caso es que me gusta especialmente la versión que acaban de publicar Justin Adams y Mauro Durante, dos artistas que han forjado una sólida alianza pese a sus itinerarios dispares. Justin es un versátil guitarrista y productor británico que ha colaborado con Robert Plant, Sinéad O’Connor o Tinariwen, por citar tres nombres, mientras que Mauro Durante es un violinista y percusionista italiano que lidera el veterano conjunto tradicional Canzoniere Grecanico Salentino y ha trabajado mucho con Ludovico Einaudi. En su segundo álbum juntos caben estilos muy diversos, que ellos engloban como «trance blues mediterráneo», pero creo que todos levantamos las orejas como perrillos atentos en cuanto empieza el cuarto corte, su versión de Wa Habibi junto a la vocalista Yousra Mansour, del recomendable grupo franco-marroquí Bab L’ Bluz. Es un arreglo despejado, espacioso, desnudamente litúrgico, con un solo de violín imponente a cargo de Durante.