Yo tenía ya unas cuantas canciones cuidadosamente preseleccionadas para esta semana: un instrumental yanqui de psicodelia rarita, una cosa electrónica del norte de África, un desfase kraut que creo que en realidad es francés… Pero se han cruzado los argentinos, claro. Uno puede estar escuchando música interesantísima, que explora caminos poco frecuentados y atisba futuros posibles, pero vienen unos argentinos que han armado una canción redonda de rock and roll y toda esa estructura pomposa se derrumba: qué le vamos a hacer si esta gente tiene la fórmula secreta para hacer estribillos que se apoderan de tu cabeza y tu vida, con superávit de melodías infalibles y letras que a lo mejor en otros habrían superado alguna raya de prohibición, de ñoñería, de exceso, pero que en los argentinos clavan la proporción justa de emoción e ironía.

En fin, hablo de los argentinos en general, porque suelen hacer esas cosas, pero esta vez me estoy refiriendo a unos argentinos concretos: el cuarteto Bestia Bebé, que lleva doce años derramando canciones como soles chispeantes y sentimentales. En este adelanto de su quinto álbum nos cuentan que el rock and roll pasó de moda, diablos: ojo si no la han escuchado aún, porque puede ser que le den al play y se tiren canturreándola hasta la gira española de la banda, allá por principios de 2024. El rock and roll pasó de moda, viva el rock and roll.