Mi Aste Nagusia ha sido breve y tranquila, y lo escribo en pretérito perfecto porque el fin de semana no espero estar por aquí. Como de costumbre, he procurado huir de las muchedumbres y montarme mi miniprograma de conciertos pequeños, esa posibilidad que hace que las fiestas de Bilbao sigan siendo mis favoritas del planeta: hay tantas cosas y tan variadas que uno no tiene por qué plegarse a la oferta de los grandes escenarios. Y tengo muy claro que la actuación que más he disfrutado ha sido la de Los Retumbes en la muestra local de Bilborock. El dúo baracaldés, conyugal y enmascarado arrasó con su rock primitivo de espíritu punk, heredero de gente como los Cramps o Link Wray, y sus letras que tratan los asuntos realmente importantes de la vida, con un tono que a veces hace pensar en  Siniestro Total: versos consonantes y sabios como «tatuaje de mierda en tu pierna izquierda», «eres idiota y se te nota» o «quién se queda con los millones de las camisetas de los Ramones» están grabados a fuego en las mentes de sus oyentes, sus admiradores, sus discípulos. En mi mundo, pocas cosas dan mejor rollo que ver a Ana aporreando su semibatería con furor cavernícola y sonrisa maniaca, y no digamos ya cuando usa maracas en vez de baquetas.

Así que aquí está el adelanto de su próximo álbum, un minuto y veinticuatro segundos de rock esencial y primario. Tal como la presentó Andrés en el concierto, Señores mayores está dedicada a esos nuevos punks que cruzan las calles por donde les da la gana, se saltan las colas del supermercado y, si en algún sitio dan algo gratis, lo consiguen fijo. No sé si los que nos montamos astenagusias tranquilitas y sin multitudes también entramos en el lote.