Poco se habla (poco, quiero decir, fuera de su universo estilístico) del sello bilbaíno Eclectic Reactions, que lleva ya nueve años lanzando interesantísimos artefactos sonoros con una filosofía «diversa y ecléctica» dentro de la electrónica menos facilona, un terreno mucho más variado de lo que se podría pensar cuando se otea desde fuera: lo suyo abarca «desde experimental a electro, IDM, noise, techno, drone, industrial…». En este tiempo rondan ya el medio centenar de referencias, no solo digitales sino con versiones físicas en coquetas casetes. Yo recomendaría a cualquiera una expedición por su Bandcamp, un territorio fascinante con paisajes más áridos e intimidantes y otros más vinculables a la experiencia de la electrónica que puede tener cualquier aficionado no especializado en todo esto. Ante tal heterogeneidad a lo mejor resulta un poco tonto recomendar algún lanzamiento específico, pero yo tengo debilidad por las dos entregas de Irauten, de Garazi Gorostiaga, con sus envolventes texturas ambientales.
Y, por supuesto, también es una excelente idea darle un tiento a V5, la recopilación que acaba de lanzar Eclectic Reactions para celebrar su noveno cumpleaños. Es una selección, me parece a mí, particularmente amigable para los oídos no entrenados, en la que no faltan los dos fundadores del sello (bajo sus alias habituales, WLDV y Radithor) ni tampoco algunos dinamizadores incansables y más o menos veteranos del underground vizcaíno como Al Karpenter, Baseline, Elbis Rever (creo que ya he dicho por aquí alguna vez que su nombre reversible me parece un golpe de genio) o Mikel Vega, por citar los que yo conozco. La cinta se abre con este No maquines del barcelonés Adrian Marth, una versión o reinterpretación de un tema ochentero de los suecos Ausgang Verboten que, con su electro que se asoma al EBM, podría pincharse con éxito casi en cualquier sitio. Da igual dónde estemos: con el volumen adecuado, nos traslada de inmediato a un club oscuro y subterráneo.