Tengo algunas costumbres que bordean la perversión. No teman, nada demasiado escabroso, que aquí hablamos pudorosamente de música: por ejemplo, algo me empuja a curiosear cada vez que se cruza en mi camino una banda estadounidense que cante en castellano. ¿Por qué? No sé, será alguna pulsión infantil, porque la verdad es que la […]