Más allá del dato fundamental de que uno de sus miembros luce un hermoso bigote, poco puedo contar de los londinenses Nothingheads, firmantes de nuestra canción de esta semana. Por ahí los definen como post-punk, pero esa etiqueta se ha vuelto tan elástica que, a este paso, va a acabar equivaliendo a rock con guitarras: yo he de confesar que, cuando escuché Digging, ni siquiera se me pasó en ningún momento por la cabeza la expresión post-punk, pero también es verdad que no debía de andar muy fino, porque tampoco se me pasó por la cabeza la palabra Londres y me quedé convencido de haber oído a un grupo americano. Estadounidense, quiero decir, porque lo suyo me había sonado más a herencia del rock alternativo de aquel país que a revisión de las exploraciones británicas de la oscuridad post-punk.

Nothingheads son un cuarteto relativamente nuevo que solo ha editado un puñado de sencillos. En este que acaba de salir se ponen especialmente intensos y ruidosos, con cinco minutos y medio de fibra guitarrera, voces majaras de rock and roll mutante y un pasaje final muy de sacudir cabezas y cabellos. Ah, una cosa sí puedo contar de esta gente: parece que les gusta inspirarse en asuntos poco comunes en este mundito nuestro del rock. Una de sus primeras canciones, Topsy, estaba dedicada a la elefanta de ese nombre que fue electrocutada en Coney Island en 1903 (y que, caramba, por alguna razón no incluí en mi reportajito sobre vidas y muertes de elefantes de circo), mientras que Digging tiene su punto de partida en las fotos de minas amazónicas que Sebastião Salgado tomó en los 80.