Tiendo a desconfiar de los proyectos misteriosos, sin información ni fotos, que arremeten contra el totalitarismo del país en el que supuestamente residen, o contra la represión religiosa en la que supuestamente viven. Sé que mi actitud es injusta, claro, porque la única vía posible para expresar esas opiniones es el anonimato, pero no puedo evitar la sospecha de que, en realidad, se trata de personas de países libres que se hacen pasar por víctimas de toda esa opresión para conseguir mayor efecto con sus argumentos. En cualquier caso, en fin, voy a saltarme toda esa prevención en el caso de Taqbir porque esta canción (su EP de debut entero, con letras en árabe de Marruecos) me ha agarrado la cabeza y me la ha estampado varias veces contra la pared. Después de ese masaje, todo me da igual.

Taqbir se presentan como procedentes de la ciudad marroquí de Tánger, pero, en esta entrevista con Maximum Rock’n’Roll, la vocalista aclara que solo ella viene de allí y que no es ese el auténtico centro de operaciones de la banda. Era de esperar, porque su planteamiento constituye una crítica frontal y descarnada a la religión islámica, o quizá a la religión en general: baste decir que la portada del EP muestra la demolición de la Kaaba, el lugar más sagrado para los musulmanes, que para la banda supone una «representación del capitalismo». El nombre, Taqbir (algo así como la magnificación), es la designación tradicional de la frase «Allāhu ‘akbar», Alá es el más grande, tristemente famosa en los últimos años por su utilización en actos terroristas, pero de uso generalizado en múltiples contextos en el mundo musulmán. Todo esto se lo cuento a modo de contexto, pero en realidad no hace falta (quizá incluso estorbe) para disfrutar de este minuto y veinte segundos de bestialidad y brillantez punk.