Seguro que da la impresión de que esto de la canción de la semana es cosa de aquí te pillo y aquí te mato, un simple echar mano de lo primero que se me ocurre. Total, qué más le da a nadie que no sea yo. Pero, en realidad, hay semanas que sostengo un arduo debate conmigo mismo: hoy, por ejemplo, he dudado hasta el último momento entre dos discos que de alguna manera tienden a confluir, porque uno es música áspera con un cierto toque pop y el otro, música pop con un cierto enfoque de vanguardia. Al final me he inclinado por el segundo, y por eso tenemos aquí a Good Sad Happy Bad, que hasta ahora se llamaban Micachu And The Shapes pero han decidido rebautizarse a estas alturas de su quinto álbum, según dicen quienes llevan las cuentas. Se supone que lo de renombrarse es la manera de marcar un punto de inflexión, y puede que sea verdad, porque yo nunca había prestado mucha atención a Micachu And The Shapes (injustificadamente, seguro, no me aturdan) y, en cambio, me he enganchado rápidamente a esta primera dosis de Good Sad Happy Bad. Comenta la banda, por cierto, que sus canciones son «o buenas, o tristes, o felices, o malas».
Al frente del cuarteto británico sigue Mica Levi, Micachu, una mujer de formación clásica conocida también por sus bandas sonoras y por empeños de índole más experimental. Lo de Good Sad Happy Bad lo he visto descrito por ahí como «pop avanzado», pero ese híbrido entre lo inmediato y lo raro está calculado de manera que la parte anómala casi podría pasar desapercibida: nuestra canción de la semana, por ejemplo, podría verse como una disfrutable pariente del Cannonball de las Breeders, por esa peculiaridad de que su principal gancho es el pasaje instrumental que enlaza estrofa y estrofa. Pero, a la vez, el envoltorio de la canción (y todavía más el de otros temas del disco) se aparta de lo convencional y explora nuevas posibilidades dentro de ese rock alternativo ochentero al que remite. Probablemente sea una gansada, pero a mí me hacen pensar en Hen Ogledd, por su manera de acometer el pop desde planteamientos excéntricos, y también en los Wire más reposados, por esa sistemática desviación a partir de lo trillado.