Foto: Rémi Boissau
Estoy muy contento de traerles por aquí una cosa tan bonita. Aurélia Ravaud-Croisier, la chica de la foto, es una cantante y pianista francesa que se ha autoeditado este verano su disco de debut, bajo el nombre artístico de Balzane, aunque ya antes había aportado voz y teclas a los proyectos de su marido, St. Augustine y Pain Noir (ya, ni idea yo tampoco, pero habrá que explorarlos). El caso es que el álbum de Balzane, Paille, es una invitación a soñar que viene pintiparada para estos tiempos de desánimo, una maravilla delicada y reconfortante con sutiles arreglos que arropan esa voz tan limpia y ese fiel piano de la protagonista. Yo me he quedado felizmente atrapado ahí dentro y lo tengo en bucle mientras teletrabajo, y de verdad que me está aligerando la carga de los grilletes del curro.
Los siete cortes son muy bonitos, con la homogeneidad de un estilo tan marcado (y, podríamos decir, tan francés), pero creo que destaca poderosamente la reflexiva Par hasard, con ese verso estupendo que abre la letra y se repite una y otra vez: «Una mañana, por casualidad, nacemos». Ah, veo que Aurélia tiene la costumbre de confeccionar curiosos videoclips con imágenes de archivo: en este caso, pertenecen al documental A Portrait of Contemporary Jazz Dance.