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Algunos conciertos de noviembre

 

 

Noviembre suele ser un mes de abundancia en esto de la música en directo, así que he tenido que dejarme en el tintero unos cuantos conciertos que me parecen muy atractivos (Rodrigo Cuevas, Salvador Sobral, Holygram, Ladilla Rusa, Mitch Polzak, Scumbug Millionaire, Amaral, Los Punsetes…), pero ya saben que en estas selecciones existe cierta vocación de síntesis y también la norma sagrada de no repetir sala, porque si no acabamos destacando siempre lo mismo. Vamos allá.

Molchat Doma (Azkena, día 7). No todos los días, ni todos los meses, ni todos los años, ni todas las décadas se acerca por aquí un grupo de Bielorrusia, uno de los países que más problemas suele darme a la hora de ubicarlos en un mapa mudo, así que habrá que aprovechar la oportunidad. Seguramente será prejuicio, pero uno se imagina Minsk como un lugar muy similar a la música de este trío, emparentada directamente con el post-punk oscuro británico de Joy Division (¡hasta el cantante tiene pinta a lo Ian Curtis!) pero con un fuerte componente de melancolía electrónica. El perfil se redondea al saber que Молчат дома significa algo así como Casas Silenciosas, en alusión a los monótonos bloques de su tierra, y que algún miembro del trío desciende de evacuados de la zona de Chernóbil. Abrirán la velada los locales Nize.

Entombed A.D. (Stage Live, día 9). Entombed A.D. es una escisión de Entombed que seguramente representa mejor a Entombed que Entombed. O qué sé yo, a lo mejor no, porque seguro que existe alguna facción fundamentalista de fans que se me echa encima por decir eso. En cualquier caso, la cuestión es que la banda sueca mantiene todo el atractivo de ese death metal que no ha cortado del todo las amarras con el rock más tradicional, dicho sea con todas las salvaguardas del mundo. El concierto se plantea como doble cabeza de cartel con los belgas Aborted y está teloneado por los daneses Baest, pero yo iré por Entombed A.D.

Profanatica y Demonomancy (Shake!, día 11). Ya que estamos, vamos a quedarnos en terrenos metaleros. Profanatica son unos pioneros del black metal estadounidense que conservan el primitivismo, la agresividad primaria y las estructuras sencillas que caracterizaron el tránsito desde el death al black. Como su nombre indica, llevan un rollo anticristiano brutote y un poco cómico, con títulos tan absurdos como Repugnantes blasfemias contra Dios, Encarnación de Cristo en descomposición o Altar de la prostituta virgen. Telonean los italianos Demonomancy.

Coque Malla (Arriaga, día 13). Es admirable cómo ha crecido Coque Malla desde los tiempos de Los Ronaldos, por mucho que su rostro no dé muchas muestras del paso del tiempo. Y ojo, que con lo de crecer no quiero decir que lo de antes fuese peor, sino solo que ha sabido evolucionar de manera natural y convincente hacia terrenos diferentes, más expuestos, sin que el resultado suene en ningún momento como una traición a su esencia. Viene con su gira ¿Revolución? y tiene el patio del teatro casi completamente en rojo, es decir, vendidito.

Godspeed You! Black Emperor (Kafe Antzokia, día 13). Tendré que admitir que no he seguido con mucha atención (ejem, bueno, con ninguna) esta segunda etapa del colectivo quebequés, la correspondiente a la última década, pero tengo muy presente el impacto que me causó allá por principios del siglo su paso por el Antzokia, y también el de su proyecto paralelo The Silver Mt. Zion Memorial Orchestra (y, esperen que copie la coletilla, & The Tra-La-La Band With Chorus). Sus crescendos hipnóticos son como bolas de demolición contra todo ese post-rock de recetario que hay por ahí.

Tropical Fuck Storm (Kutxa Beltza, día 20). Esta es, sin duda, mi cita del mes y una de mis citas de 2019. El cuarteto australiano, una especie de spin-off de The Drones, dio mi concierto favorito con mucha diferencia del Azkena Rock Festival (todavía no tengo claro si es el que más me ha gustado de lo que llevamos año o el segundo), así que estoy deseando exponerme a su brutalidad herrumbrosa y sus tormentas de ruido en las distancias cortas del Antxiki, con el sonido perfecto que suele caracterizar a esta sala. En la foto de arriba, que por una vez es mía, aparece la guitarrista Erica Dunn en el escenario vitoriano.

Severine Beata y Beatriz Sánchez (MEM Exhibition Hall, día 23). El lunes 4 arranca una nueva edición del MEM, el veteranísimo festival de arte experimental de Bilbao, y agradezco mucho que hayan incluido una artista que conozco para poder recomendar algo, je, je… Ya lo he dicho alguna vez por aquí: el MEM me parece una cita esencial, una sanísima sacudida desde abajo, pero su propio carácter avanzado lo vuelve a veces un poco inaprehensible. El caso es que me gustó mucho el álbum del año pasado de Severine Beata, que es el alias de la malagueña Marta Peláez, así que, aunque no tengo ni idea de si su acción sonora en el MEM se parecerá algo o nada a aquello, tiro de ella para conducirles hasta la agenda completa del festival. Ah, el Exhibition Hall de marras está en la calle Costa, número 9, tercera planta.

The Waterboys (Santana 27, día 24). Siempre digo que The Waterboys son uno de esos escasos grupos que han sabido bordar dos estilos muy diferentes: el rock grandilocuente e intenso de su primera época (recordemos, cómo no, The Whole Of The Moon) y el folk celta de vitalidad contagiosa de la segunda (recordemos, cómo no, Fisherman’s Blues). Pero, en realidad, casi habrá que hablar ya de tres estilos, o de más, porque Mike Scott mantiene una calidad increíble en este tramo más reciente de su carrera, en el que se dedica básicamente a tocar lo que le viene en gana. Su decimotercer álbum, Where The Action Is, es una nueva muestra de clasicismo radicalmente ajeno al apolillamiento.

Mausoleo y Serpiente (Muelle, día 28). No sé si se habrán dado cuenta, pero de un tiempo a esta parte, gracias a dos o tres promotores entusiastas, en el underground bilbaíno florece el post-punk oscuro, con conciertos casi todas las semanas. Y yo lo celebro, claro. De la dosis de este mes (además de los inesperados Molchat Doma) me he quedado con este cónclave valenciano-bilbaíno. Mausoleo son los mediterráneos, con un sonido que a mí me recuerda poderosamente a sus añorados paisanos Antiguo Régimen (no tengo ni idea de si hay cruce de personal entre ambas bandas), y Serpiente son las cantábricas, que andan presentando su sugerente e inquietante Krisanteilu.

Bienvenidos todos al Mausoleo.

 

Por Carlos Benito

Sobre el autor

Periodista de El Correo. Nací en Logroño, estudié en Pamplona, vivo y trabajo en Bilbao.


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