Por si la selección de conciertos del mes me había quedado poco francesa (con La Chasse, Avale, Wizard y Guttercats), vamos a hacer otra incursión en el país de al lado con Bracco, este dúo parisino que factura un rock electrónico (o, más bien, una electrónica rock) con una clara influencia de Suicide, pero pasada por el filtro del post-punk más salvaje y la brutalidad industrial. Ellos también citan como referencia, por cierto, a Scorpion Violente, una banda de Metz y Estrasburgo a la que ni siquiera conocía y que tiene una pinta fantástica: forman parte de algo llamado la Gran Triple Alianza Internacional del Este, un oscuro colectivo capaz de combinar la pornografía y la cruz de tres brazos. Pero mejor dejo de desviarme, por mucho que en los desvíos está muchas veces la emoción.
En realidad, la canción de la semana ya nos trae bastante emoción por sí misma. Forma parte del EP de debut de Bracco y la he escogido, fundamentalmente, porque es el primero de sus tres cortes, así se dejan llevar y escuchan los tres. El disco tiene la peculiaridad de estar grabado en directo y de ser, en realidad, una especie de subproducto del trabajo principal, que es el vídeo, un clip de un cuarto de hora rodado en 360 grados que muestra a estos dos bestias interpretando las canciones con sus luces estroboscópicas, su guitarra maltratada y su cantante calvo (cruce facial entre Genesis P-Orridge y Jorge Martínez) de liberador salvajismo vocal. Es todo muy vivificante y très joli.