El éxito es caprichoso y poco de fiar. Lo pensaba anoche viendo en La Nube a Last Great Dreamers, un grupo de veteranos pintureros de la escena londinense que perfectamente podrían triunfar en escenarios muy grandes y no tocando ante cuarenta personas en Santutxu (aunque, claro, qué lujo tenerlos ahí, y gratis, y triunfando […]