Tal como están los ánimos, no sería mala idea que el país entero se prestase a escuchar atentamente nuestra canción de la semana, para ver si así baja un poco la tensión y dejamos de fastidiarnos las vidas. Aunque, en fin, me imagino que también habrá algunos a los que esta música tan sosegada y espaciosa los ponga de mal humor, rabiando por soltar sandeces y bilis en la primera red social que pillen. Allá ellos: Memory Of Time es el corte que abre Into Silence, el nuevo álbum de la chica de la foto, Jane Antonia Cornish, y a mí me está sirviendo de refugio en estas semanas de encabronamiento general.
Jane Antonia creció en Inglaterra, vive en Nueva York y cuenta con un prestigioso currículum en el terreno de las bandas sonoras: escribió, por ejemplo, la de Luciérnagas en el jardín, orquestó la de Kung Fu Panda y fue la primera mujer galardonada con un premio BAFTA de composición musical, por su trabajo en 5 chicos & esto. En Into Silence, la más reciente de sus piezas al margen del cine y la televisión, cultiva una estética austera, serena y discreta, muy próxima al silencio que aparece en el título, que más que romperse queda reforzado por las sutiles armonías y líneas melódicas: se trata de una composición para violín, cuatro chelos, piano y electrónica, reconfigurados en distintas formaciones a lo largo de los seis cortes. En Memory Of Time, por ejemplo, toman parte el violín de Anna Elashvili y el cuarteto de chelos, que crea una especie de plataforma (repetitiva y entiendo que transformada electrónicamente) para que el instrumento solista alce el vuelo desde allí. También podría haberles colgado el segundo corte, que cuenta con un bonito vídeo de ballet, pero mi propósito secreto es que empiecen por el primer tema y acaben escuchando el disco entero. Y se relajen todos, cagontó.