Jeni Magana es una fotógrafa californiana afincada en Nueva York que, desde hace años, lleva una carrera paralela como cantante: ha participado en distintos proyectos (aquí tienen, por ejemplo, una interesante muestra de su grupo Oh Odessa), pero solo ahora se ha lanzado a editar su primer disco en solitario, bajo el nombre artístico de Magana. Explica Jeni que, por primera vez, tiene la impresión de haber encontrado su propia voz, un estilo intimista y frágil que su propio sello describe como «pop quebradizo y errático» y también como «canciones cansadas, entonadas a la vez con rabia y aceptación». Y la verdad es que la compañía está muy acertada en su presentación, porque las cuatro canciones del EP transmiten de forma simultánea desamparo y fuerza, vulnerabilidad y determinación, a la vez que logran crear una sensación muy marcada de cercanía, como si Magana estuviese tocando acurrucada en un rincón de nuestro cuarto. La austera Inches Apart, con la voz y la guitarra de la artista prácticamente despojadas de adornos, es para mi gusto la mejor del lote.