Reconozco que ponerse a escuchar un disco de música ambiental que incluye sonidos de ballenas puede dar un poquito de miedo. Uno empieza con eso, dejándose llevar por el arrullo de los cetáceos, y acaba apuntándose a cursillos de chamanismo pirenaico o retroconciencia esofágica o crudiveganismo cuaresmal. Es lo peor que tenía alguna new […]