Sé que me tomarían por loco si me pusiese a hacer una lista de las mejores listas de lo mejor del año, así que me limitaré a decir que, como siempre, prefiero las que están hechas por una sola persona, donde manda realmente el gusto y no el consenso: por muchos mecanismos de compensación que se implanten a la hora de organizar una votación entre muchos, un disco que diez personas hayan calificado con un seis quedará seguramente por encima de otro al que solo una persona haya puesto un diez.
Esto viene al caso porque he descubierto nuestra canción de la semana de hoy a través de una de estas listas: la muy alucinante selección de black metal de The Reptile Shrine, de la que yo solo conocía un nombre. Ahí, en el noveno puesto, aparece una banda británica que en realidad (y ahí está el lujo de la libertad individual) no tiene nada de black metal, por mucho que su líder provenga de ese mundo tenebroso. Se trata de Hateful Abandon, un dúo con un sonido que el autor de la reseña describe como «dark industrial no-wave cold-gaze metal». Una de las referencias que menciona este hombre me parece particularmente relevante: la desolación apocalíptica de Killing Joke define en buena medida el estilo de la banda y el tono del vocalista. Pero en Culprit también pueden distinguirse trazas de santos patrones de esta casa como los Cure o Joy Division (esos teclados a los que se cede la responsabilidad de concluir la canción son muy Decades). El álbum salió en verano, pero una discográfica más grande lo va a relanzar el año que viene, así que vamos con retraso y con adelanto a la vez.