Hoy nos salimos un poco de las sendas más transitadas por este blog, para que nos dé un poco el aire y se nos ventilen las ideas. I Still Dream Of The ’90s abre el primer álbum de St. Lenox y quizá provoque en ustedes la misma mezcla de atracción y desconcierto que suscitó en mí: la voz poderosa y maleable me hizo pensar en gente como Stevie Wonder o CeeLo Green, mientras que la estructura de la canción, con sus bases de gospel sintético casero, me trajo a la cabeza, por alguna razón, a Prince. La sensación de extrañeza, de preguntarme de dónde diablos sale esta gente, se fue acentuando a medida que avanzaba el disco y aparecían arreglos a medio camino entre la música clásica y el trip hop, mientras esa voz seguía cantando con aplomo y suficiencia de veterano.
Ya se supondrán, por las referencias que he citado, que me imaginaba a un vocalista negro, pero no: St. Lenox es el proyecto de Andy Choi, un estadounidense de origen coreano al que tienen por duplicado en la foto de arriba (bueno, él dice que uno de los dos es su gemelo, quién sabe). Choi estudió violín en la prestigiosa Juilliard School y tiene una historia juvenil como concertista premiado, pero la verdad es que resulta difícil hallar trazas de ese pasado en su música actual, que quizá remita más a su amor declarado por el karaoke. En I Still Dream Of The ’90s, Choi evoca los noventa desde su coche volador, con citas a la URSS, Kosovo, la Guerra del Golfo o el problema del año 2000. «Tomé la forma de la canción de Walk On The Wild Side, de Lou Reed -explica en una entrevista con Korean Indie-. La letra es lo que llaman un monólogo interior, sobre la vida en el Midwest en los noventa, desde el punto de vista de alguien del futuro lejano. Quería escribir una canción pop». A mí, desde luego, sí que me suena pop, raramente comercial, aunque nunca he sido el mejor juez para esas cosas.