Ayer despegamos a bordo del chelo de Hildur Guðnadóttir, en vuelo rasante sobre Islandia, y hoy continuamos viaje con el valenciano Eduardo Bort. Lo bueno de ser un ignorante sobre tantos tipos de música es que eso te permite descubrir alguna obra maestra ya de mayorcito: yo de rock progresivo sé entre nada y casi nada, así que hasta hace siete años ni siquiera tenía noción de la existencia del álbum de debut de este hombre, editado en 1975 y considerado uno de los hitos del género en España. Me encantó y me sigue encantando hoy, y me alegra leer en Efe Eme que la compañía Warner lo va a reeditar el próximo martes, en lujoso formato doble que complementará la versión conocida del disco con otra transferida a digital, remezclada y remasterizada. Se incluirán, además, los dos cortes desechados en su momento por falta de espacio en el elepé de vinilo, Hacia las estrellas y En las fuentes del Yann.
En la página oficial de Bort, el periodista Arturo Blay explica cómo el disco se inspiró en los textos de H.P. Lovecraft y de Lord Dunsany, muy particularmente en el relato Días de ocio en el Yann del segundo. Según puntualiza, el artista valenciano «intentó recrear con su música los maravillosos paisajes del río Yann». Blay también relata el accidentado proceso de edición del álbum original, que estuvo a punto de ser lanzado a todo trapo por la EMI británica, pero acabó en el subsello Gong de la española Movieplay, una discográfica conservadora que «no entendió nada» de la propuesta. El segundo trabajo largo de Bort se demoraría diez años, hasta 1985, ya que el artista atravesó una época muy difícil a causa de la muerte de su hija.
Viajemos por el Yann con la música de Eduardo Bort y el vídeo de Éric Wenger. Y, antes de que me llamen progresivo, les diré que mañana tengo previsto bajarme a Bilbao la Vieja a tiempo para ver a Vómito.