Branko son un trío instrumental sueco que parece grabarlo todo con los controles al máximo, como si la guitarra, los teclados y la batería compitiesen por llegar al tímpano del oyente. El resultado a lo mejor no es del gusto de los amantes de la finura, pero ellos se lo pierden: surfear por el vertedero puede resultar la mar de divertido. Y, por supuesto, también montarse en su chatarrero Coche de carreras, así, en castellano.