Supongo que podemos considerar a nuestros protagonistas de hoy un grupo fracasado: duraron alrededor de un año, entre 2007 y 2008, y ni siquiera lograron editar su álbum de debut. Pero resulta que ese disco sale por fin ahora, en plan póstumo, y uno lo escucha y no logra entender por qué la historia trató tan mal a sus autores. Que, por cierto, se llaman Bikini Eyebolt, porque aún no lo había dicho: bikini ya saben todos ustedes lo que significa, y eyebolt es el nombre en inglés de un objeto que siempre me da muchos problemas para pedirlo en la ferretería… ¿ustedes saben cómo se llama esto? El diccionario me dice que cáncamo o armella, pero me suena que mi ferretero le decía tornillo de ojo o algo así. A lo mejor resulta que me encontraba sin saberlo ante un anglófilo.

Bikini Eyebolt eran de Melbourne, Australia, y el sello que por fin ha publicado su álbum los describe así: «Suenan un poco como Wire con East Bay Ray, que ha entrado accidentalmente a la sala de ensayos equivocada, con un toque de la suciedad del sello Amphetamine Reptile de los 90. Como un disco de pop asquerosamente bueno, con un montón de ganchos buenos e ideas ingeniosas pero sin nada parecido a la basura de imitaciones condescendientes de Gang Of Four a la que habéis sido expuestos últimamente por Bloc Party y gente así». En fin, lo de Amphetamine Reptile parece claro, y en las mejores canciones, como este Rats Love Me o Walking Asleep, yo no puedo evitar acordarme de Steve Albini. Ah, el cantante y guitarrista de Bikini Eyebolt es ahora el 50% de DEAD, a los que parece irles algo mejor.