Enrique Sierra, el guitarrista de Radio Futura, ha fallecido a los 55 años, por motivos relacionados con los problemas renales que arrastraba desde hacía décadas. Se trata de una de esas personas que vertebraron la música de los 80 y que sirven para resumir aquello que se llamó Movida, desde sus inicios iconoclastas con Kaka de Luxe (es increíble la cantidad de maravillas que acabaron produciendo los miembros de un grupo tan insolente y gamberro) hasta el éxito masivo con Radio Futura, que lograron sonar en todas partes, hasta en supermercados y peluquerías, sin renunciar a la semilla artie e inquieta que les había dado vida. Enrique también tenía una de las presencias más notables de aquella época: como adolescente provinciano de los 80, siempre me fascinó el contraste entre un frontman como Santiago Auserón (guapo y lustroso, como un cyborg inspirado en el joven Lou Reed) y dos escuderos de aspecto más bien patibulario como su hermano Luis y el propio Enrique Sierra, con su rostro chupado y sus crestas de fantasía. Era el punk infiltrado en la cultura de masas, una buena síntesis de la grandeza seguramente irrepetible de aquel momento.

“No hay nada importante en esta vida”, dice en este vídeo de Interferencias.