Para un observador asentado en Euskadi resulta muy difícil no fijarse en un grupo inglés que se llama Zun Zun Egui. Y la cosa llama todavía más la atención cuando uno se entera de que se trata de un batería y un bajista británicos, una teclista japonesa y un cantante de Mauricio. Últimamente salen mencionados por todas partes, así que me imagino que están llamados a la (relativa) fama mundial, pero debo admitir que se los traigo por aquí, fundamentalmente, por el nombre: Zun Zun Egui, qué curioso, qué chulo. El sonido del cuarteto de Bristol se enmarca en esa vigorosa corriente actual que mezcla el rock y la electrónica con ritmos y estructuras de otras músicas, mayormente africanas, pero con bastante más rudeza, ímpetu y vuelo psicodélico que gente como Vampire Weekend. Explican ellos mismos que su primer álbum, anunciado para octubre, «emite una energía extraña, cinética y contagiosa que solo podría haber salido de estos cuatro individuos fundiéndose como personalidades y músicos, hasta forjar un léxico musical intuitivo que, aunque muy alejado de la lingua franca del rock, halla su camino propio para conectar a un nivel directo y universal». Vaya…
A lo que íbamos, ¿y ese nombre? La verdad es que solo he logrado encontrar una referencia que alude a un viaje por Euskadi en el que les llamó la atención el apellido. Eso es nivel, por cierto: escribir sobre Zun Zun Egui en agosto del año pasado. En otros sitios aseguran que zun y egui son en realidad palabras japonesas que denotan velocidad y rareza. Mientras sigo investigando, les dejo con su Fandango Fresh, que me gusta más cada vez que lo escucho.
Actualizado el 7 de septiembre: para que vean que hago las tareas, he escrito a Zun Zun Egui y me han confirmado la versión de la visita a Euskadi. Yoshino Shigihara, la «parte japonesa de Zun Zun Egui», me responde así: «Al principio no teníamos nombre. Fui de viaje al País Vasco y, cuando llegué a la estación de autobuses de Bilbao, miré el mapa y vi la calle Zunzunegui. Me pareció un nombre estupendo para el grupo, con mucha fuerza, y me lo traje para aquí». Tal vez se pregunten qué hacía Yoshino por estas tierras. Pues bueno, también nos lo aclara: «Cuando llegué al Reino Unido, los primeros buenos amigos que hice eran del País Vasco. ¡Todos los vascos eran gente maja! Todavía no hemos tocado en Bilbao, pero espero hacerlo pronto. Eskerrik asko». Arigato.
http://vimeo.com/26727477