Entre otras muchas desgracias, los disturbios de Londres han supuesto la destrucción de millones de discos almacenados en las instalaciones de la distribuidora PIAS, que tuvieron la mala suerte de colindar con el edificio de Sony al que estos rebeldes Nike prendieron fuego. En la interminable lista de sellos que se comercializan a través de PIAS figuran algunos de nuestros favoritos, ya bastante tocados por la crisis del sector, y estos días se están poniendo en marcha diversas iniciativas para echarles un capote económico. Quería ponerles sobre aviso de lo que van a hacer los muchachos de Finders Keepers, los grandes exhumadores de tesoros del pasado global, desde los catalanes Fusioon hasta la iraní Googoosh: han anunciado el lanzamiento de diez cedés en edición limitada con selecciones de su catálogo realizadas por compiladores ilustres como Jarvis Cocker, David Holmes o Gruff Rhys, que se venderán a cinco libras en formato físico y 4,45 en digital, con la posibilidad de suscribirse a toda la serie por 40.
Ya ha salido el primero, el de Jarvis Cocker, y basta ver algunos de los nombres para imaginar que será una maravilla de sonidos sin prejuicios: ahí está, por ejemplo, este corte de L’enfant assasin des mouches de Jean-Claude Vannier, álbum de 1972 que está entre los discos que más me han impresionado en lo que va de siglo. Cuarenta o cincuenta años no son nada cuando hablamos de algo así.