AKB48 figuran en el Guinness como el grupo de pop con mayor número de miembros, actualmente 58, pero también podrían aspirar al título de grupo más raro del mundo, si el librito de los récords tuviese manera de valorar esas cosas. Son japonesas, que siempre es un buen punto de partida, y van vestidas de colegialas: en este punto sé que tengo que ofrecer algún enlace en el que pinchar, porque habrá lectores que no puedan reprimir la curiosidad. Bien, señores interesados en la cultura nipona, aquí las tienen a todas. Pero lo curioso de verdad es que el grupo, uno de esos engendros difícilmente comprensibles que crea la industria japonesa del entretenimiento, se divide en cuatro equipos y tiene una especie de becarias, que van accediendo a la formación a medida que las componentes anteriores se gradúan, es decir, envejecen. Otra peculiaridad es que AKB48 actúan todos los días en su propio teatro de Tokio. Y, visto desde estas latitudes, también sorprende que este mismo año hayan vendido más de 800.000 copias de un sencillo en solo una semana.

Pero todo eso es lo más normal del mundo comparado con el último movimiento de las mentes calenturientas responsables del proyecto, que acaban que descubrir al mundo que la última incorporación, una maja muchacha llamada Aimi Eguchi, no existe. Es, en realidad, un rostro compuesto con fragmentos de las facciones de sus compañeras, como un monstruo de Frankenstein que ha salido bien pero aun así sigue dando algo de miedo. Hasta han difundido un vídeo del cómo se hizo…