Sabrán disculpar que, mientras ejerzo de padre con una enorme ele de novato en la espalda, reduzca la actividad de este blog a su mínima expresión, que viene a ser la canción de la semana. La verdad es que estamos en plena temporada de lanzamientos interesantes (R.E.M., los Strokes, Radiohead, Amon Amarth, The Pains Of Being Pure At Heart…), pero, como esos artistas son poco menos que omnipresentes en sus respectivos universos, he preferido traerles a los grandiosos pero bastante más modestos Y Niwl, un grupo galés de instrumentales surf. Su sonido es, bueno, ortodoxo: hablamos de instrumentales surf, y eso implica unas normas estrictas desde tiempos de los Ventures y compañía, pero también es cierto que los chicos de Y Niwl están impregnados de esa versión lúdica de la psicodelia tan propia de Gales, entre campestre y marciana, al estilo de sus amigos y paisanos Gruff Rhys y Cate Le Bon. “He puesto nuestras canciones a mi hija de tres años y le encantan –dice el guitarrista, Alun Evans, y pido perdón por la referencia infantil-, y también se las he puesto a un tío sesentón que repara amplificadores y le ha encantado la música, porque dice que le recuerda a grupos como los Shadows. Es esencialmente música sin complicaciones, básicamente es solo rock and roll, simple y crudo”. Eso sí, por lo que he leído por ahí, parece que en directo esa crudeza se dispara, con las nítidas melodías contaminadas por turbulencias de distorsión.
Ah, Y Niwl significa La Niebla, y los títulos de las canciones de su primer álbum son simplemente números en galés, aunque, con juguetona lógica, no van en orden. Así que he tenido que buscar en un diccionario para aclararles que Undegpedwar, la quinta del disco, se traduce como Quince. No es mi favorita (prefiero las dominadas por el órgano, como Deg o Saith, es decir, Diez o Siete), pero esta es la única que tiene vídeo y sé que ustedes desean verlo. Tampoco es del todo convencional.