Si juzgamos por los dos vídeos más difundidos del reciente alternativismo español, parece que la ultraviolencia se ha convertido en la última moda. Y no hablamos de grindcore extremo, ni de apocalíptica música industrial, sino de pop de los sellos Elefant y Jabalina. Primero fueron Papa Topo, que ilustraron su hit
Oso panda con un vídeo de gore infantil. Cuenta Adrià en
La página de la nadadora que la idea original era aparecer como niños buenos en «un mundo de felicidad, color y chuches», pero los chicos están lógicamente hartos de su presunta ñoñería y decidieron pasarse al otro extremo, a esto:
Y ahora han sido Klaus & Kinski quienes han optado por la destrucción. Hombre, a unos tipos que titularon uno de sus temas Mengele y el amor ya se les suponía cierta perversidad, pero en el vídeo de Ley y moral empiezan logrando la deconstrucción definitiva de la paella para seguir destrozando diversos iconos de plenitud y felicidad. Para que luego digan de Burzum.