Big Star sólo publicaron tres álbumes en su momento, la década de los 70, pero su influencia ha seguido alimentando a algunos grandes nombres -y a muchísimos pequeños nombres- de la música popular desde entonces. Al frente del grupo, primero junto a Chris Bell y después en solitario, estaba Alex Chilton, un tipo que había conocido el éxito popular con The Box Tops y que era capaz de lo más luminoso y lo más desolado, de canciones que sentaban como una inyección de felicidad y de otras que lo teñían todo de oscuro. Chilton (que, por cierto, fue el productor de las primeras grabaciones de The Cramps) ha fallecido a los 59 años tras sufrir un ataque al corazón, y aquí le vamos a homenajear con su inmenso Holocaust, de ese monumento a la descomposición vital y a la derrota poética que es el tercer disco de Big Star. «Eres un rostro devastado, / eres una mentira de ojos tristes, / eres un holocausto».